
Familia Ríia

Quienes constituimos Ríia, A.C. hemos atestiguado y participado de experiencias de encuentro, de expansión, de resonancia. Cuando hay conexión, sensibilidad, intuición, escucha, diálogo, participación, solidaridad, colaboración, reciprocidad, generosidad, amor entre los seres, sentimos que estamos en unidad. También hemos estado en circunstancias en las que parecía que había discordia, confrontación, necesidad de sobrevivir y defender lo propio, había miedo, pero esa separación era aparente.
Las experiencias de liberación, las transiciones del miedo al amor, los pasos que damos del sentirnos y actuar en separación a participar de la unidad están ocurriendo todo el tiempo, algunos de poco en poco, otras en saltos cuánticos.
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​Queremos hacer fácil, facilitar que ocurran estas experiencias para las personas. Que se abran espacios temporales y continuos de recordar la unidad, de descubrir: quitar lo que cubre nuevas posibilidades de ver y vivir. Algunas de estas experiencias de encuentro, de expansión, de resonancia, en las que hemos atestiguado transiciones en lo que vemos, escuchamos, percibimos, entendemos y nos invitan a actuar menos desde la separación y más como unidad, se relacionan con nuestra participación en una conversación, un taller, un encuentro, un centro de aprendizaje.
Otras experiencias incluyeron sentirnos muy amadas/os, saber que alguien confió en nosotros/as, haber sido sostenidas/os para que pudiéramos seguir creando o aprendiendo y sentir que cabíamos y se reconocía la valía de nuestro regalo. Haber estado en el bosque, en el río, haber subido la montaña son también experiencias que nos han hecho recordar la unidad.

¿Por qué nos llamamos Ríia?
Para actuar conforme a nuestra intención nos inspiramos en el agua, que da vida y refresca, que fluye, que en ocasiones nos brinda experiencias de gozo, calma y restauración, como flotar, o tomar agua en la montaña y echártela en la cara, y también a veces nos sacude con su fuerza y abundancia.
Elegimos el nombre de la ría, el lugar donde el mar inunda al valle de un río en su desembocadura. Es un lugar de transición, donde se transforma una energía en otra, donde al mismo tiempo hay agua dulce y agua salada, donde no puedes separar qué parte es río, qué parte es mar, donde el río y el mar muestran que los bordes que los distinguen no los separan.


Conoce a la familia Ríia, vocacional y mitopoéticamente...
Manifiesto Ríia
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Sostenemos el esfuerzo con Alegría
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Amamos lo que es, estamos con lo que es
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Me cuido, te cuido, nos cuidamos (y el balance entre ello)
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Facilitamos para lo que quiere emerger
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No asumimos, preguntamos
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Reconocemos la Belleza y creamos más
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Nos hacemos responsables de nuestra propia experiencia, damos lo que podemos,
pedimos lo que requerimos/necesitamos
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Más vale hecho que perfecto. Hacemos lo mejor que podemos.
Apuntamos a la mejora, no a la perfección
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Escuchamos y respetamos los ritmos
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Flexibilidad y adaptación
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Estamos jugando
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Facilitamos que siga habiendo vida
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Con espalda firme, frente suave
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Cuidamos a lo que nos cuida
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Decimos lo que está pasando
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Practicamos la gratitud
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Siempre hay. Hacemos con lo que hay
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Cuando hay de más, repartimos
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Si hace falta, pedimos perdón
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Transformamos el juicio en curiosidad
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Creamos, no reaccionamos
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Dejamos mejor que como encontramos
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Practicamos el desapego
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No nos tomamos las cosas personalmente
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Clarificamos y transparentamos
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​
Los acuerdos pueden transformarse
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